Un camino con mucha historia
La historia del Camino de Santiago comienza en el S.IX, cuando un pastor llamado Pelayo descubrió el cuerpo de Santiago Apóstol en un campo de Galicia.
Santiago, murió 800 años antes de ser encontrada su tumba y fue llevado a Iria Flavia.
Al ser conocedor de esta historia, el rey Alfonso II “El Casto” decidió construir una capilla en el lugar en el que yacía el Apóstol Santiago. Su itinerario desde Oviedo hasta Santiago de Compostela constituyó el llamado Camino Primitivo, convirtiéndose en el Primer Peregrino de la historia del Camino de Santiago, de ahí el nombre de Camino Primitivo.
Más tarde ordenó construir un templo mayor para que fueran peregrinos de todo el mundo a su encuentro.
Gracias a este gesto Santiago de Compostela fue proclamado como uno de los lugares de peregrinación y religión de todo el mundo, honor que sigue actualmente.
El rey Alfonso II, gobernante del Reino de León, impuso el paso por el monasterio de Santa María de la Real de Obona a todos los peregrinos que se dirigían a la tumba del Apóstol. Siendo este monasterio un hito importante del camino primitivo, ya que era un lugar donde recibían auxilio los peregrinos además de hacer imprescindible el paso por el Concejo de Tineo a todos ellos, incluso el rey Alfonso IX, quien otorgó la carta puebla a Tineo en 1222.
Cristo de Santa María de Obona